viernes, 18 de octubre de 2013

El Capital Cultural, La teoria de la reproducción


1.      INTRODUCCIÓN

Las teorías de la reproducción y del capital cultural surgen en los años setenta vinculadas a los movimientos izquierdistas en el funcionalismo de la sociología de la educación. Los principales autores que romperán con el funcionalismo en la sociología de la educación serán Bourdieu y Bernstein, que establecen la idea básica de las teorías de la reproducción: la relación entre educación y sociedad en la existencia de diferencias sociales jerárquicas que la escuela tiende a reproducir. Lo común a estos autores es que rechazan el pensamiento funcionalista de la educación para la igualdad de oportunidades.
Los principales objetivos de este trabajo son ver las teorías de la reproducción que formulan estos autores. Bourdieu y Bernstein se oponen al funcionalismo al negar la bondad de la educación y considerar a la educación como reproductora de las diferencias sociales. Bourdieu considera que el sistema de relaciones educativas garantiza la imposición y reproducción de una cultura dominante como única cultura legítima (Bonal, 1998, p.77). Bernstein es considerado a veces funcionalista y marxista. Sus teorías subrayan la adecuación funcional entre el sistema educativo y el sistema social. Bernstein explica no solamente la forma institucionalizada de la reproducción cultural, sino también los efectos que produce en la conciencia de los distintos grupos sociales.
Otra característica de este estudio es el esclarecer, aunque someramente, debido al tiempo que se define, los que es realmente el capital cultural. Aceptando la lucha de clases y la terminología usada en su explicación, Bourdieu diferencia la cantidad de capital, en este caso, cultural, que pueden llegar a poseer las diferentes clases sociales, véase, obreros, campesinos, patronos, burguesía y funcionariado. Este capital, acumulable, permite diferentes desigualdades en el acceso a la cultura, la escuela y las diferentes disciplinas del saber. La cultura de las clases dominantes es arbitraria y se debe imponer en la escuela camuflada en el currículum a través de la violencia simbólica.
Bourdieu, además del capital cultural, incluye en su teoría de la reproducción, el capital económico, con nuevas definiciones y aplicaciones y el capital social, que lo aplica de la misma manera que el capital cultural. Bourdieu, si bien, habiendo estudiado y bebido de la teoría marxista, no le sirve o prefiere definir nuevamente con su teoría de capital cultural, lo que Marx y otros autores de la escuela marxista, definían bajo el término de superestructura, que abarca desde lo social hasta lo cultural. El capital cultural no contradice en modo alguno lo anterior, sino que por una parte, incluso lo amplia respecto a lo que concierne el ámbito de la educación y el ámbito escolar. Define como un sistema educativo es reformado y conducido para agradecer los caminos de la ideología dominante.
Otro de los objetivos de este trabajo es ver cómo las diferentes teorías de la reproducción ven en el currículum escolar la principal vía para la reproducción de las desigualdades sociales, ya que el currículum camufla las ideas de las clases dominantes para que éstas se reproduzcan a través de la escuela.
Además, veremos diferentes teorías de la reproducción cultural que también inciden en que la principal contribución de la educación es la reproducción de la estructura social. Althusser analiza la concepción de la escuela como aparato ideológico del Estado. Bowles y Gintis se valen del análisis que toman de la relación entre el currículum oculto y la organización de la empresa capitalista y Baudelot y Establet establecen que el principio de la segmentación escolar en etapas explica la reproducción social.
Por último expondremos las conclusiones que hemos extraído durante la elaboración de este trabajo.

2.      LA TEORÍA DE LA REPRODUCCIÓN DE BOURDIEU

Las ideas sociológicas de Bourdieu y Passeron ponen de manifiesto la relación entre reproducción cultural y reproducción social. La teoría de la reproducción que formularon Bourdieu y Passeron intentaba explicar las desigualdades que traerían consigo las interacciones económicas, culturales y las prácticas del sistema educativo.

a.      El capital cultural

Al igual que el marxismo enseñaba la búsqueda del capital originario, hablando del origen de la revolución industrial, Bourdieu busca el origen de acumulación de capital cultural, en el origen de las familias dotadas de cultura. Desde la concepción de Bourdieu el capital cultural es el conjunto de conocimientos, códigos lingüísticos, etc… que se responsabilizan de las diferencias de rendimiento del alumnado.
Existe por tanto otra manera de desenvolver la historia, esta es según sus propias palabras, una mutación, todo va mutándose y reproduciéndose y existen ciertas premisas que le dan un grado de estabilidad a todo este sistema de cambio y gracias a esas constantes o premisas se pueden entender las cosas. Una de esas constantes es la transmisión del capital. Por ejemplo cuando un padre da dinero a su hijo para que cree una empresa, si éste no ha sido capaz de estudiar. Este niño no se convertirá en un obrero sino en un empresario, por lo tanto tenemos ahí una constante de permanencia de una clase social. Así pues, existen otros tipos de capital, como es el capital cultural.
Como bien es sabido, el capital se caracteriza por ser el mayor factor en las diferencias sociales y económicas. Así pues, el capital cultural actúa de la misma manera, haciendo de su acumulación un factor de dominación o coerción. Este capital es mostrado de tres maneras diferentes; como una habito cultural, como forma objetivada y como forma institucionalizada.
Dentro de las tres formas de capital cultural, el capital cultural incorporado es el más personal de todos, consiste este en la forma de hablar, de expresarse o saber cómo comportarse o adaptarse a las diferentes situaciones sociales o temporales, por decirlo de una manera más coloquial, se refiere a lo que comúnmente llamamos; es una persona correcta, o es muy sutil, o pretencioso, etcétera.
La segunda de sus formas es la forma de capital cultural objetivado que aunque parezca obvio no son solo los bienes culturales sino también medios de consumo.
Por último, la última instancia de las maneras del capital cultural es el capital cultura institucionalizado, que se traduce en títulos académicos. Es decir,, es un conjunto de cualidades intelectuales o facultativas que significan la intrasferibilidad de los mismos.
Para Bourdieu al igual que el capital hace diferencias sociales, en el ámbito de la riqueza propiamente dicha, el capital cultural crea una diversidad propia y unas jerarquías sociales. Critica el aspecto económico marxista. Bourdieu quiere indagar sobre los demás aspectos que hacen que las clases dominantes puedan imponer su posición al resto. Cuáles son sus cualidades a imponer, es decir, qué características tiene la clase dominante para imponer actitudes culturales. Para ello ha de inventar otro sistema aparte del marxista, ya que para él esto no se “reduce” a la lucha de clases, este invento propio se basa en una teoría de la acción y crea los llamados campos. Estos son las distintas configuraciones de clases sociales donde se unen y se relacionan.
Para aproximarnos un ápice a lo que representa el capital cultural en Bourdieu existe un ejemplo sencillo: El español para un ciudadano español que vive en España no representa ningún avance, ya que todos o al menos el 99,9% de la población española lo habla, incluso los inmigrantes lo hablan. Tampoco tiene ningún valor en la escuela, sin embargo el idioma o todo lo que se pueda adquirir en las familias cultas, o en libros, o en videos, representa un valor, un capital que tiene mucho valor. De esto se deduce que hay personas que tiene más libros que otros, que viven con familias que leen más, etcétera, lo que responde a unas capitalizaciones desiguales lo que aporta unos beneficios de rareza, que en definitiva es lo que da la riqueza, que lo tenga uno y otro no. Es decir se diferenciaría entre hablar y escribir bien el español y entre no hacerlo.


b.      El arbitrario cultural

Las materias culturales del currículum recogen los conocimientos que los grupos hegemónicos de la sociedad consideran válidos en cada momento, de acuerdo con los principios de clase y género. El currículum, los contenidos y practicas educativas no son neutros, sino el resultado de la dominación de unas clases sobre otras, que se expresa a través de la imposición cultural (Bonal, 1998, p.82). Como decimos, el contenido a transmitir no es neutral ni universal. Bourdieu llama al contenido del currículum el arbitrario cultural. Éste deriva de la cultura de los sectores, clases o grupos dominantes de la sociedad, que son quienes contextualizan el conocimiento educativo que se considera válido para transmitir en la escuela.
Son los grupos con poder social los que actúan como agentes para seleccionar de la cultura y el conocimiento social los contenidos a transmitir en el sistema de enseñanza. Estos agentes son la administración educativa, las editoriales de libros de texto y las entidades culturales (academias y universidades). Ellos deciden qué elementos y qué partes del conocimiento existente en nuestra sociedad es válido para transmitir en cada nivel (cursos, etapas, ciclos) del sistema educativo. Esto refleja la división social del trabajo académico y la correlación de fuerzas en la sociedad (Guerrero Serón, 2009, p.105).
La cultura interfiere entre las relaciones educativas y las relaciones de poder entre clases sociales. La cultura es arbitraria y relativa y logra imponerse como cultura legítima y universal a través de la violencia simbólica, que es la imposición de significados a través de las acciones pedagógicas. Las relaciones de dominación se enmascaran en la práctica pedagógica para garantizar su eficacia y eliminar la resistencia a la inculcación de la cultura dominante. La violencia simbólica es sutil para que los dominados no la perciban. La perciben como transmisión cultural ante la que hay que esforzarse. Así el fracaso escolar de un individuo es fracaso personal.
El sistema educativo tiene cierta autonomía del poder para cumplir su función: la reproducción social. La autonomía otorga legitimidad a la arbitrariedad cultural, puesto que camufla que el sistema educativo aparezca como mecanismo de reproducción de desigualdades, cuando en realidad es lo que realmente es (Bonal, 1998, p.83). Los profesores (la autoridad pedagógica) son los que se encargan de inculcar la cultura dominante como cultura legítima, pero Bourdieu no plantea alternativas a un cambio del sistema educativo que no reproduzca las desigualdades sociales (Bonal, 1998).
                                 
3.      LA TEORÍA DE LA REPRODUCCION DE BERNSTEIN

Bernstein explica no solamente la forma institucionalizada de la reproducción cultural, sino también los efectos que produce en la conciencia de los distintos grupos sociales (Bonal, 1998, p.87).
Bernstein da importancia a los códigos sociolingüísticos. El lenguaje es vital para comprender la transmisión cultural. El lenguaje hace que el orden social se interiorice y que la estructura social se incorpore a la experiencia del individuo. Las clases sociales usan diferentes códigos de comunicación, el acceso a ellos depende de las posiciones en la estructura social de los individuos, que dependen de la división del trabajo. El acceso a un tipo u otro de significado está regulado por las relaciones de poder.
La teoría de las transmisiones educativas de Bernstein dice que el currículum, el conocimiento educativo, su contenido, la forma de transmitirlo y la forma de evaluarlo son la clave para comprender los mecanismos de reproducción cultural en la escuela (Bonal, 1998, p.91). Bernstein traduce el nivel macro de las relaciones sociales al nivel micro de las formas de socialización a nivel familiar y escolar (Bonal, 1998, p.92). A nivel escolar se analiza a la reproducción y cambio en las relaciones educativas (currículum, pedagogía y evaluación) como proyecciones de las relaciones de poder y de los mecanismos de control que rigen la estructura social.
Los códigos educativos regulan el currículum, la pedagogía y la evaluación. Estos códigos son la clasificación y enmarcación del conocimiento educativo. La clasificación son los límites de los contenidos que se enseñan. La enmarcación son las formas de control sobre cómo se transmite el currículum.
Depende de cómo sean de fuertes o débiles las relaciones entre clasificación y enmarcación que definen el código educativo se reproducirá la desigualdad social de una forma u otra.
El código educativo fuerte es el código agregado. El código educativo débil es un código integrado. El código integrado es más flexible y más progresista, otorga más protagonismo al alumno y se da por el cambio en la sociedad, en el que las clases sociales medias disputan el control de la escuela, con una nueva ideología pedagógica distinta más emancipadora que proporcionan autonomía y capacidad de crítica al individuo.
Igualmente es una manera de reproducir la ideología dominante, solo que en este caso de una que lucha por dominar a los antiguos dominadores.

4.      OTRAS TEORÍAS

A parte de las teorías de Bourdieu y Bernstein hay otras teorías acerca de la educación y la reproducción como son las de Althusser, Baudelot y Establet, Bowles y Gintis. Estos autores tienen en común que la escuela no contribuye a la movilidad social, sino al mantenimiento y reproducción de las posiciones sociales y de las relaciones de poder entre clases (Bonal, 1998, p.96)
La educación forma parte de la superestructura y se trata de una institución dirigida fundamentalmente a construir distintos tipos de conciencia que se ajustan a las relaciones de producción dominantes (Bonal, 1998, p.97)

a.      Althusser

Althusser explica que la escuela, principal aparato ideológico del Estado en los tiempos modernos, representa un rol decisivo en la transmisión de la ideología de las clases dominantes, contribuyendo a la reproducción de las condiciones sociales en que la producción tiene lugar (Guerrero Serón, 2009, p.248). En su estudio, Althusser se planteó cómo se produce el dominio de clase y cómo se realiza la reproducción de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción para la consecución del capitalismo.
            Entre los Aparatos Ideológicos del Estado (familia, escuela, iglesia, sindicatos, medios de comunicación) la escuela ocupa un lugar fundamental no sólo por su progresiva extensión, sino también por el tiempo que niños y jóvenes pasan en ella. Los contenidos y prácticas escolares no sólo ocultan a los estudiantes las relaciones sociales impidiéndoles conocer las condiciones reales en las que viven, sino que  los conducen hacia un destino de clase al cualificarlos de forma diferenciada.
             Frente a los Aparatos Represivos del Estado (gobierno, administración, policía, ejército, tribunales, etc.), que son básicamente aparatos coercitivos, los aparatos ideológicos funcionan mediante procedimientos más sutiles. De ahí que el sistema escolar no solamente transmita diversas habilidades que responden a la división social del trabajo, sino que, adoctrina. El sistema escolar, a través de sus niveles, desde la enseñanza básica hasta la universidad, reproduce las fuerzas productivas y las relaciones de producción: en el primer escalón de la estratificación laboral están situados los trabajadores manuales que sólo han tenido acceso a los primeros niveles y abandonaron pronto; en el siguiente están los cuadros intermedios, los trabajadores de cuello blanco, los que han estado en enseñanzas medias; y por último, los administradores, intelectuales y políticos,  son los que llegaron la cúspide del sistema educativo.
            Althusser no ha realizado sin embargo un trabajo sistemático sobre el sistema educativo. Es preciso señalar que el concepto althusseriano de ideología se ha ido transformando. En un primer momento la inculcación ideológica la realiza la escuela a través de la transmisión y aprendizaje de los contenidos (de forma explícita a través de ciertas materias: ética, historia, literatura., y de forma implícita: matemáticas, física, química, ciencias naturales.) para pasar posteriormente a hacer hincapié no sólo en los mensajes sino, y sobre todo, en los rituales y prácticas escolares (Varela, 2009). La ideología contribuye a la formación de subjetividades específicas (en este punto incidirán Bowies y Gintis).
Althusser, aunque en su modelo de análisis concede una relativa autonomía a la superestructura marxista y, por tanto, al sistema educativo, por el contrario, éste sigue estando muy subordinado a las exigencias económicas.

b.      Bowles y Gintis

Bowles y Gintis sostienen que el sistema educativo reproduce y legitima un patrón para entrenar y jerarquizar a la fuerza de trabajo. Afirman pues, que existe una correspondencia entre la estructura de las relaciones existentes en el mundo de la producción y en el entorno escolar.
            Estos autores subrayan no tanto la transmisión de la ideología de saberes que ocultan las relaciones sociales, cuanto la experiencia de determinadas relaciones sociales vivida cotidianamente por los alumnos en la Escuela.
Bowles y Gintis analizan la correspondencia entre la escuela y la sociedad. La escuela aporta la mano de obra requerida por las empresas industriales a través de mecanismos de formación, inculcación de la disciplina y obediencia mediante la correspondencia o similitud entre la estructura de funcionamiento de la escuela (el currículum oculto) y la de la empresa: capataces y profesores, tareas y órdenes, salarios y calificaciones (Guerrero Serón, 2009, p.247).
La correspondencia entre las relaciones sociales de la escolarización y el trabajo explica la capacidad del sistema educativo para producir una fuerza de trabajo sumisa y fragmentada. La experiencia de la escolarización y no meramente el contenido del aprendizaje formal, es central en este proceso. La división jerárquica del trabajo está presente en las relaciones verticales que existen entre administradores, profesores y estudiantes, no existe una horizontalidad en el proceso educativo; la alienación existente en el trabajo asalariado se refleja en la falta de control de los estudiantes sobre la educación que reciben, en los contenidos del currículo, y en una motivación fundada en calificaciones y recompensas, en la competitividad institucionalizada y en una evaluación y clasificación de tipo meritocrático.
Las cualidades premiadas en los niveles inferiores de la escuela y del trabajo son las de sumisión, en el nivel medio se premia la seriedad y la fiabilidad y en los niveles superiores se estimula la iniciativa y la autonomía conforme a lo aprendido en los niveles anteriores. De este modo, al ascender más en el sistema escolar tanto más las relaciones sociales se vuelven menos autoritarias.
El sistema educativo alecciona al individuo capacidades cognitivas, habilidades técnicas, rasgos de personalidad  y credenciales educativas adecuadas a las exigencias del mercado laboral. De esta manera, las distintas clases de estudiantes que abandonan el sistema educativo en los distintos niveles han adquirido una socialización distinta así como unos rasgos de personalidad que se ajustan a la división social del trabajo.

c.       Baudelot y Establet

La escuela produce un tipo de división social que se corresponde con la división del trabajo (Bonal, 1998, p.101). La escuela es un aparato burgués que sirve para asegurar la dominación de la burguesía y reproducir su posición de clase.
Basándose en el análisis de los datos, Baudelot y Establet establecen que el principio de la segmentación escolar en etapas explica la reproducción social.
En estos modelos de análisis existe, no obstante, cierto espacio para poner de manifiesto las contradicciones. Y así, Baudelot y Establet dedican un capítulo a las formas de resistencia que los escolares oponen al sistema escolar, y a sus formas de contestación que pueden llegar hasta la rebelión o el vandalismo, pero en su análisis no existen prácticamente posibilidades de que se produzcan desajustes entre la Escuela y el mundo de la producción (Varela, 2009).
Es preciso señalar que tanto Baudelot y Establet, como Bowles y Gintis, matizaron estas primeras formulaciones teóricas en trabajos posteriores, sin negar ciertas contradicciones, no subrayan los múltiples conflictos el sistema educativo y su articulación con el mundo de la producción y con el sistema social. La crítica más extendida a estos modelos de análisis consiste en que no han tenido suficientemente en cuenta los procesos mediadores que permiten comprender las interdependencias que existen entre la esfera económica, la dinámica social y las instituciones educativas.

5.      CONCLUSIONES

A lo largo del trabajo hemos ido examinando el capital cultural y algunas de las teorías de la reproducción más representativas, las que hablan acerca del control social que da la educación, como las de Bourdieu, Bernstein, Althusser, Bowles, Baudelot... Son explicaciones diversas pero que vienen a indagar en lo mismo, en definitiva el control de la población, la cultura, tradiciones, lenguaje, etcétera, y todo a través de la educación.
Estas teorías reducen a la educación a un mero instrumento más de poder y de sometimiento, que de esta manera utilizado, segrega y divide a la sociedad. Como hemos visto, el papel que desempeña el currículum escolar es el de camuflar las ideas de las clases dominantes para que éstas se reproduzcan a través de la escuela. De este modo, las desigualdades sociales se consolidan.
La escuela por tanto es un espacio de marcado carácter ideológico, cuya función es la reproducción de las relaciones sociales de producción vigentes e impuestas. Se realiza una socialización del sistema de clases donde se atiende a las necesidades de las clases dominantes y trabaja fuertemente con el fin de mantener esa relación de fuerza.
Pero las teorías de la reproducción, aunque intenten hacer ver las desigualdades sociales tienen fallos, ya que no presentan alternativas al modelo educativo dominante, ignoran las luchas y formas de resistencia a la imposición cultural y consideran al ser humano un modelo de socialización pasiva.
Por último, cabría preguntarnos cómo es de grave la imposición de las ideologías dominantes en la sociedad actual. Lo que está claro es que en la escuela se refleja un marcado componente racista y sexista. Desde pequeños nos enseñan que las razas son diferentes y por lo tanto, que hay unas mejores que otras. De igual modo que nos enseñan que los niños son el color azul y que las niñas son el color rosa, y en función del sexo niños y niñas deben jugar con unos determinados juguetes.
Además, las leyes de enseñanza se hacen para hacernos engranajes del sistema productivo. El sistema de enseñanza no estimula que aprendamos, sino embrutecernos para ser útiles a la sociedad, para que seamos sumisos, no cuestionemos la autoridad, seamos incultos, sigamos las normas y no pensemos más que los demás.

6.      BIBLIOGRAFÍA

Bonal, Xavier (1998). Sociología de la educación. Barcelona: Paidós
Bourdieu, Pierre (1979). Los tres estados del capital cultural. Consultado el 15 de octubre de 2013, http://sociologiac.net/biblio/Bourdieu-LosTresEstadosdelCapitalCultural.pdf
Bourdieu, Pierre y Passeron, Jean-Claude (1995). La reproducción. Elementos para una teoría del sistema de enseñanza. México: Distribuciones Fontamara.
Carrasco, Gabriela (2008). Influencia del capital cultural, capital económico y capital social basado en la familia sobre el rendimiento de los estudiantes: un análisis comparativo. Consultado el 15 de octubre de 2013, http://cies.org.pe/files/documents/investigaciones/educacion/influencia-del-capital-cultural-economico-y-capital-social-basado-en-la-familia-sobre-el-rendimiento-de-los-estudiantes-un-analisis-comparati.pdf
Giménez, Gilberto (1997). La sociología de Pierre Bourdieu. Consultado el 15 de octubre de 2013, http://www.paginasprodigy.com/peimber/BOURDIEU.pdf
Guerrero Serón, Antonio (2009). Manual de Sociología de la Educación. Madrid: Síntesis.
Martínez García, José Saturnino (n.d.). Las clases sociales y el capital en Pierre Bourdieu. Un intento de aclaración. Consultado el 15 de octubre de 2013, http://josamaga.webs.ull.es/Papers/clase-bd-usal.pdf

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